El webinar recoge la importancia de introducir la perspectiva de género a la hora de trabajar en cualquier proyecto, así como los principales ítems imprescindibles para cada una de las fases.
Fecha publicación: 06/05/2024 | Por: Alba Monclús
A la hora de pensar en el diseño e implementación de cualquier proyecto, es fundamental reconocer que los problemas y desafíos que enfrentamos como sociedad no afectan a todas las personas por igual. Las diferencias de género requieren de una atención especial en todas las fases del proyecto - des del diagnóstico, pasando por el diseño, la implementación y su avaluación - así como un desafío para todos los agentes que intervienen en él.
En este contexto se enmarca el webinar “Introducción de la perspectiva de género en los proyectos de voluntariado”, impartido por Maria de Lluc, trabajadora social, politóloga y consultora en la Fundació Pere Tarres, quien ha repasado algunos conceptos básicos para luego poder entrar en detalle en las diferentes fases de los proyectos sociales.
Lluc ha destacado en todo momento la importancia de “ponerse las gafas lilas” para tener en cuenta las diferencias que existen en la realidad y poder así intervenir en ella de forma transversal, más allá de que el proyecto vaya dirigido específicamente al género.
Acciones para cada una de las fases
En la primera de las fases, la de diagnosis, será muy importante prever que impactos puede tener nuestro proyecto en la comunidad de intervención. En esta fase será fundamental analizar todos los elementos y tener datos tanto cualitativos como cuantitativos disgregados por sexo y poder hacer así una aproximación no androcéntrica de la población destinataria.
En la fase de diseño es cuando vamos a determinar los objetivos y las acciones. Será imprescindible, en este momento, evitar reproducir roles y estereotipos de género, así como asegurar la participación de todas las personas.
Una vez empieza la implementación del proyecto podemos encontrar imprevistos que nos hagan perder el foco en aquellas decisiones tomadas en fases anteriores. Algunos imprevistos pueden afectar no solo a la estructura del proyecto sino a decisiones más estratégicas. Es por eso por lo que no podremos abandonar las ‘gafas lilas’ para que no se evapore la perspectiva de género en los cambios que puedan producirse durante la implementación.
La fase de evaluación medirá si todo este trabajo anterior ha sido o no positivo permitiendo incorporar elementos de análisis específicos para las acciones previstas en términos de igualdad.
A lo largo de la formación online hemos podido extraer ejemplos y buenas prácticas para aquellas entidades que quieran presentarse a concursos y subvenciones y/o aquellas que quieran hacer modificaciones en el diseño de sus proyectos, poniendo el foco en la incorporación de la perspectiva de género. La cápsula completa puede recuperarse en el canal de youtube de La Volunteca.
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