El modelo de voluntariado ha cambiado en los últimos años y las entidades se encuentran con dificultades para poder llevar a cabo el relevo generacional. Conversamos sobre esta realidad con la presidenta de la organización Médicos do Mundo Galicia.
Fecha publicación: 03/05/2024 | Por: Josep Carbonell Peña
¿Cuál es la realidad del voluntariado en la comunidad autónoma de Galicia? ¿Se encuentra en crecimiento o cada vez cuesta más encontrar personas voluntarias?
Cada vez es más complicado porque el modelo de participación ha cambiado, transitamos desde un modelo en que las personas se vinculaban a una organización por un período de tiempo largo a una nueva realidad donde se vinculan más con una causa concreta por un período de tiempo más corto, huyendo de estructuras rígidas y muy institucionalizadas.
¿Cuál es el perfil tipo de la persona voluntaria en esta nueva realidad?
La mayoría son mujeres de 35 en adelante.
¿Por lo tanto, existe preocupación por el relevo generacional del voluntariado en las entidades?
Sí, mucha. Es complicado encontrar personas que se impliquen en el liderazgo de las organizaciones, más allá del compromiso que puedan adquirir para una tarea determinada. Es muy difícil encontrar personas dispuestas a formar parte de Juntas Directivas con el problema que eso supone para la continuidad de las mismas.
¿Con qué otras dificultades os encontráis las entidades a la hora de afrontar este relevo generacional?
Nuestras estructuras están pensadas para un trabajo con el voluntariado mucho más estandarizado y estable en el tiempo. Faltan herramientas para canalizar esa otra forma de participación con la que las personas ahora tienen interés en involucrarse. Las organizaciones mostramos cierta resistencia en adaptarnos porque eso debilita nuestra capacidad de hacer proyectos a largo plazo.
Ante esta nueva realidad ¿Cómo se está trabajando para fomentar la implicación de las personas más jóvenes en las entidades de voluntariado? ¿Y en vuestra entidad?
En general, el conjunto de las organizaciones estamos tratando de analizar el fenómeno y buscar un equilibrio entre lo que las organizaciones buscan y las personas demandan. Estamos en un momento en el que pasamos de entender el voluntariado como un medio al servicio de los fines de las organizaciones, al voluntariado como un fin en sí mismo. Creemos importante seguir fomentando la participación y movilización social.
¿Conocéis algún caso que pueda servir como ejemplo de buena práctica?
El tejido asociativo es muy plural. Hay muchas organizaciones que están trabajando en ese tema, pero no conozco fórmulas que puedan resultar útiles para las asociaciones en general, cada una se va adaptando a su contexto.
¿Un mayor reconocimiento del voluntariado podría ser la solución? ¿Crees que está suficientemente reconocida la labor voluntaria en nuestro país?
Se ha evolucionado mucho en el reconocimiento y visibilidad de las personas voluntarias y su trabajo, pero es necesario seguir haciendo esfuerzos para poner en valor ese trabajo para animar y que sirva de ejemplo para que la ciudadanía se implique.
Si consideramos el relevo generacional en las entidades como uno de los retos de futuro de las entidades de voluntariado en nuestro país. ¿Qué papel deben llevar a cabo las instituciones públicas para facilitar la consecución de este objetivo?
Fortalecer los espacios de participación social y fomentar la cultura participativa en las políticas públicas. Se trataría de revertir un fenómeno que se da en España que es que solo el 22,3% de españoles pertenece a alguna asociación cultural, social o política en la actualidad y el 80% de los jóvenes entre 18 y 24 años nunca ha pertenecido a una asociación, según el CIS.
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